Sufrir … ¿para después gozar? … ¿Dónde firmo?

Una frase que no por vieja deja de ser cierta es: “el fútbol siempre da revancha”. Revancha ¿de que? Y primero de una derrota que dolió, que lastimo, en la que colaboramos en todo sentido, pero que no por eso resta merito al dignísimo rival que fue mermelada que planteo un partido duro y leal desde el comienzo.
Lo sabíamos, era durísimo el partido del sábado, porque jugábamos contra un rival que siempre esta bien parado, que sabe a lo que juega y que demostró que quiere el ascenso directo a la B y se jugo como tal, pero no alcanzo para lograr lo buscado.
La calurosa mañana nos desayuno con un hermoso trapo que quería ser testigo presencial de una vuelta que debe esperar y que se debe ganar.
Desde cualquier lugar en el que se haya visto el partido en muni, sea adentro o afuera de la cancha, se vio desde el comienzo que iba a ser una final.
El naranja tenía la iniciativa, pero la misma era sin ideas, no era profunda y siempre chocaba contra un mediocampo y defensa rival que no permitía que esos avances se transformaran en algo más austero.
No se jugo bien, es cierto, pero nuestros errores tuvieron el rol protagónico en el partido. Rondando los 10 minutos, cae el invicto de Yaya en la portería de edeba en la zona campeonato. Si, un error letal, pero es así la ingrata labor del arquero, un trabajo insalubre que paga con estas cosas, en un abrir y cerrar de ojos pasas de héroe a villano. Robo de pelota en la mitad de cancha por parte de mermelada, disparo fuerte al medio del arco, a la altura del travesaño y Oscar que no alcanza a retener la pelota la cual se escurre y va a dormir a dentro del arco.
Golpe durísimo para el equipo, del cual le costo salir y por no ser por la mala dirección de los tiros de los delanteros contrarios hubiese sido peor.
En los últimos 10 minutos del primer tiempo apareció ese corazón, esa garra nuestra que se llevo por delante a mermelada, pero con dos jugadas clarísimas desaprovechadas no se pudo reflejar en el marcador.
Descanso, entretiempo raro, porque nos íbamos con una derrota. Tiempo de charlas, reflexiones y debates. Otro aire rondaba el banco naranja y salio a expulsarlo en el segundo tiempo.
El comienzo de la segunda mitad, trajo un partido de ida y vuelta, sin mitad de cancha, y fue a si, que en un ir y venir constante sobre todo de Atlético, cayo indefectiblemente y luego de un gran centro de zurda por parte de Pichu, el empate de Fede que no deja de demostrar que es distinto y que espera el partido para su consagración el sábado que viene.
Cae el empate y por las caras de los naranjas, el campeonato se veía cerca, pero así como vino se fue… otra error nuestro en una salida, dejo solo al delantero rival que no perdono y volvió a aumentar.
Que golpe!! Tanto buscar para que esfumara de esa forma, que lastima. El equipo no se rindió nunca, siguió intentando. Pelotas en el travesaño, sacadas en la línea, pero esto trae inferioridad en defensa y así sobre el final cayo el 3 a 1 final para mermelada.
El partido deja en el haber, el reconocimiento de los rivales, su augurio de campeonato para con nosotros y su saludo cordial (y el nuestro para su ascenso directo). También nos enseña que a la hora de mirar los partidos desde afuera hay personas que festejan (mal) derrotas ajenas (que no le sirven) y no se preocupan por ¿pelear? la promoción.
En el debe se destaca esa falta de inteligencia necesaria a la hora de jugar estos partidos, también una intranquilidad que alguna vez nos llevo a repensar las cosas. Esperemos que este sábado siguiente estas cosas no reluzcan porque no serán extrañadas en su ausencia.
Toda una semana esperando este partido…el partido. Toda una semana pensando como. Toda una semana viviéndolo. Toda una semana imaginándolo, esperándolo … soñándolo, y se fue así, tan de golpe y tan lento, tan sufrido y tan incierto.
Siete días de espera interminable, horas que parecieron días, días que fueron meses y esa espera nos mato. Nos subió a un carro en el que no teníamos que estar y de arriba de él caímos, con la nuestra si, pero cuando estas ahí en lo mas alto el golpe es todavía mas duro.
Las derrotas traen vencedores y vencidos, como se supo oír en un golpe de estado en la historia argentina y como bien nombra en un tema un poeta del rock nacional, pero ese tema, dice en el comienzo: “Y AHORA TIRO YO PORQUE ME TOCA…” y si, no fue esta semana, pero este sábado nos toca a nosotros demostrar porque queremos ser campeones, porque decimos que este grupo se lo merece, porque carajo tendría que ser de otro.