Si existiera un observador casual de todos los partidos de Atlético que no tenga sienta afecto por la camiseta, por algún jugador o por hinchada, este se preguntaría: “¿Cómo estos chicos jugando un primer tiempo así están peleando por no descender?” y alguien, a su lado por casualidad, le respondería: “Quedate a ver el segundo!!! …”.
Es tal vez la forma más sintética pero a la vez dolorosa de lo que nos pasa.
Puede haber millones de explicaciones, pero suceden, y eso es lo que cuenta.
El partido del martes unía el envión del partido anterior con las ganas del que venia, y así se salio a jugar contra el líder de la permanencia, Tuky. Unos chicos que saben a lo que juegan y lo hacen muy bien.
Los primeros quince minutos fueron testigos del empuje naranja, la presión arriba, el orden y demás detalles que hicieron que con dos goles de Raulo, casi similares, Atlético se pusiera en ventaja 2 a 0. Eso alentó a los rivales para ir a buscar el descuento, y no es raro, todo el mundo lo hace. Se busca con mejor o peor técnica, pero todos lo hacemos. Y fruto de ello llego el buscado 2 a 1. No era merecido porque no llegaban claramente, pero llego, no sin antes perdernos una situación clarita abajo del arco que sentenciaba un 3 a 0 casi definitivo.
El segundo a esta altura ya cae por decantación, nosotros corriéndolos a ellos para que no nos empataran y jugando de contra … ¿jugando?. Y así las cosas cuestan el doble y muchas veces no sirven.
Si, llego el empate. Un gran derechazo cruzado que se convirtió en el 2 a 2 final.
Pudimos haberlo ganado, pudimos haberlo perdido. El empate redondeo, en lo que a mi respecta, el resultado ideal para el encuentro.
Señales hay. El cambio a esta altura es notorio. Falta la efectividad y la solidez para empezar a acallar los rumores de descenso que circulan por Edeba.
Se viene Jamaica y las posibilidades están ahí todavía, así que la desesperación se tiene que transformar en fuerza y esa fuerza plasmarla en el arco contrario.
Salud pueblo Naranja
Nava (8)
Es tal vez la forma más sintética pero a la vez dolorosa de lo que nos pasa.
Puede haber millones de explicaciones, pero suceden, y eso es lo que cuenta.
El partido del martes unía el envión del partido anterior con las ganas del que venia, y así se salio a jugar contra el líder de la permanencia, Tuky. Unos chicos que saben a lo que juegan y lo hacen muy bien.
Los primeros quince minutos fueron testigos del empuje naranja, la presión arriba, el orden y demás detalles que hicieron que con dos goles de Raulo, casi similares, Atlético se pusiera en ventaja 2 a 0. Eso alentó a los rivales para ir a buscar el descuento, y no es raro, todo el mundo lo hace. Se busca con mejor o peor técnica, pero todos lo hacemos. Y fruto de ello llego el buscado 2 a 1. No era merecido porque no llegaban claramente, pero llego, no sin antes perdernos una situación clarita abajo del arco que sentenciaba un 3 a 0 casi definitivo.
El segundo a esta altura ya cae por decantación, nosotros corriéndolos a ellos para que no nos empataran y jugando de contra … ¿jugando?. Y así las cosas cuestan el doble y muchas veces no sirven.
Si, llego el empate. Un gran derechazo cruzado que se convirtió en el 2 a 2 final.
Pudimos haberlo ganado, pudimos haberlo perdido. El empate redondeo, en lo que a mi respecta, el resultado ideal para el encuentro.
Señales hay. El cambio a esta altura es notorio. Falta la efectividad y la solidez para empezar a acallar los rumores de descenso que circulan por Edeba.
Se viene Jamaica y las posibilidades están ahí todavía, así que la desesperación se tiene que transformar en fuerza y esa fuerza plasmarla en el arco contrario.
Salud pueblo Naranja
Nava (8)
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