Después de una mini pretemporada el equipo se dispuso creer o reventar.
Algunos mas cabuleros, otros mas religiosos, lo cierto es que el Naranja necesitaba una bendición para pedir la falta de ausencias, lesiones y buen juego, al menos hay algo que no es para pedir y que esta gravado en nuestros corazones, LA GARRA.
Se acerco al recinto San Fedito santo de Naranjas y así se exorcizó los problemas sufridos a lo largo de la liga B.
Algunos creemos que estamos en presencia de un mano chanta, ya que hubo que abonar en cervezas los servicios prestados por este santo párroco.
Veremos que pasa, por el momento pinta bien
jueves, 21 de agosto de 2008
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